29 mar 2011

La práctica de âsana. Por B K S Iyengar.



Iyengar
Tanto si se practica âsana, prânâyâma o meditación, se requiere en cada postura, en cada movimiento de inspiración o espiración, una cierta cualidad moral, así como ciertos ajustes de la inteligencia en el arte de la meditación. Hay que observar cada movimiento y realizar los ajustes de forma inmediata y precisa.


En la práctica de âsana, la mente se mantiene alerta y el cerebro es un instrumento testifical, de manera que el sâdhaka se da cuenta de que el yoga no es simplemente una disciplina física, sino una gran disciplina mental.
Una ejecución precisa de âsana aumenta la percepción consciente total, alcanzando todos y cada uno de los poros de la piel. De esta manera, la energía intelectual del cuerpo se va elevando de forma gradual al nivel de la inteligencia espiritual.

B K S Iyengar

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